Biografía Corta de Juana de Arco

La Biografía Corta de Juana de Arco (1412/01/06 - 1431/05/30) nos revela a una de las más grandes heroínas nacionales, quien ha sido asumida en su país como la patrona de Francia.

Juana de Arco recibió instrucciones por medio de sus visiones para que ayudara a Carlos VII y librara a Francia del dominio ingles en la etapa final de la Guerra de los Cien Años. Fue por el asedio de Orleans donde alcanzó su gran fama ya que el asedio fue levantado tan solo nueve días después.

Otras rápidas victorias permitieron que Carlos VII fuera coronado como Rey de Francia en la ciudad de Reims. Pero este suceso tan anhelado por el pueblo levantó y fortaleció la moral francesa, allanando los senderos para su triunfo final.

También te puede interesar la... Biografía de Garcilaso de la Vega


📋 Aquí puedes encontrar ✍

Resumen de la Biografía de Juana de Arco: Vida y Obra

Resumen de la Biografía de Juana de Arco: Vida y Obra
El termino d'Arc (de Arco en español) apareció un siglo y medio después de su fallecimiento. Otro aspecto de su vida, es que tuvo tres hermanos y una hermana.

Orígenes y Nacimiento

De acuerdo con los registros históricos hallados hasta la fecha, se sabe que sus padres fueron Isabelle Romée y Jacques d'Arc, y además se tiene la creencia de que vino a este mundo el 6 de enero del año 1412 en Domrémy (hoy Domrémy-la-Pucelle), una villa que para ese entonces estaba ubicada en la parte francesa del ducado de Bar.

Sus padres eran dueños de veinte hectáreas de tierra y además su progenitor solía complementar su trabajo como granjero por medio de un puesto menor como funcionario de dicha aldea, cobrando impuestos y rigiendo la guardia local.

Vivía en una región aislada del este de Francia, la cual permaneció fiel a la corona francesa aunque estaba rodeada de tierras pro borgoñonas. Durante la infancia de Juana de Arco se dieron diversas invasiones militares borgoñonas, incluso en cierta ocasión la villa fue incendiada. Juana era analfabeta y se cree que la redacción de sus cartas fueron encomendadas a escribanos de su tiempo, firmándola con la ayuda de otros

Su nombre verdadero era Jeanne d'Arc  y fue llamada “La Doncella de Orleans”. Tuvo su participación en la fase final de la Guerra de los Cien Años y en otros hechos de armas, como el Asedio de Orleans, la Batalla de Jargeau, y la Batalla de Meung-sur-Loire, entre otras.

<strong>NOTA</strong>

La ortografía usada para escribir su nombre no es tan convincente, ya que su nombre aparece en los documentos históricos como Darc, Tarc, Dare, Day, entre otros. El termino d’Arc (de Arco en español) apareció un siglo y medio después de su fallecimiento. Otro aspecto de su vida, es que tuvo tres hermanos y una hermana.

Sus Visiones Religiosas

Según datos aportados por la Biografía de Juana de Arco, que ha sido redacta por los especialistas Víctor Moreno, María E. Ramírez, Cristian de la Oliva, Estrella Moreno y otros (2000) y que ha sido publicada en su portal web buscabiografias.com, a los trece años de edad confesó que había oído la voz y el llamado de Dios.

Tiempo después, manifestó con mucha certeza haber visto al Arcángel San Miguel y a las primeras mártires cristianas Santa Catalina de Alejandría y Santa Margarita, cuyas voces la acompañaron por el resto de sus días.

<strong>FRASES CÉLEBRES</strong>
 

  • “No tengo miedo, yo nací para esto”
  • “Los hombres pelean; sólo Dios concede la victoria”

 Su Participación en la Guerra de los Cien Años

 Su Participación en la Guerra de los Cien Años
En el transcurso de la Guerra de los Cien Años, cuando el reino de Inglaterra estaba a punto de apoderarse de Orleans, esas mismas voces celestiales la impulsaron a apoyar al futuro rey francés, Carlos VII.

La Guerra de los Cien Años tiene sus inicios en al año 1337 como parte de una disputa por la sucesión del trono francés, que se vio intercalada con lapsos ocasionales de relativa paz y tranquilidad. Casi todas las batallas se habían dado en los territorios de Francia y el uso por parte de las tropas inglesas de unas tácticas destructivas de tierras quemadas que habían acabado con la economía francesa.

A esto se le sumó el hecho de que la población de Francia aún no se había recuperado con relación a su número, previo a la pandemia de la Peste Negra que azotó a Europa a mediados del siglo XIV ya que sus comerciantes se hallaban aislados de los mercados extranjeros. De acuerdo con la historiadora Kelly DeVries, “El reino de Francia ni siquiera era una sombra de lo que había sido en el siglo XIII”.

Durante los primeros meses del año 1429 y en el transcurso de la Guerra de los Cien Años cuando el reino de Inglaterra estaba a punto de aprehender a Orleans, esas mismas voces la impulsaron a apoyar al futuro rey francés, Carlos VII, quien había asumido el título de “Delfín”, como el heredero al rono, a la edad de catorce años, luego de las consecutivas muertes de sus cuatro hermanos mayores.

El Rey Cede a sus Peticiones Cristianas

Más tarde Carlos VII, quien aún no había sido coronado por las luchas internas y la pretensión inglesa de llegar al trono de Francia, se percató de sus palabras, a quien le explicó que ella ostentaba la misión divina de salvaguardar al reino de Francia.

Por ello, un grupo de teólogos se reunió y certificaron sus peticiones, concediéndoles las tropas que fueron ordenadas bajo su mando con las cuales dirigió al ejército francés a una victoria aplastante sobre las tropas inglesas en Patay, al tiempo que lograba la liberación absoluta de Orleans.

Hay que hacer notas, que en esa época el rey se negó a realizar cualquier campaña militar en contra de Inglaterra, por lo que Juana de Arco, sin el apoyo de la monarquía, supo dirigir en el año 1430 una estratégica operación contra los ingleses en la localidad de Compiègne, cerca de la ciudad de París.

NOTA

Se tiene información al respecto, de que el 23 de mayo de 1430 los soldados borgoñones (un grupo de nobles franceses aliados con los ingleses) la apresaron en Compiègne y más tarde fue negociada y finalmente vendida a los ingleses por Jean de Luxembourg, que en ese instante actuaba como Conde de Ligny, por la suma de tan solo diez mil libras.

Juicio y Condena de Juana de Arco

Juicio y Condena de Juana de Arco
La Reina Juana de Arco y su Verdugo, el Duque Juan de Bedford.

Típico de las creencias de la época medieval, Juana de Arco fue conducida frente a un tribunal eclesiástico en Ruán, donde se le juzgó por los delitos de herejía y brujería. Estuvo catorce meses soportando y enfrentando fuertes y largos interrogatorios, que finalmente le permitieron a sus verdugos acusarla de maldad por andar vestida con atuendos masculinos.

Fue procesada por el obispo Pierre Cauchon, quien le imputó diversas acusaciones. Al ser declarada culpable, el Duque Juan de Bedford ordenó quemarla en la hoguera el 30 de mayo del año 1431, cuando apenas contaba con alrededor de 19 años de edad.

Acusada de Herejía

​Con relación a la acusación de herejía, se sabe que fue por sus creencias y estar convencida de que era la responsable directa ante Dios y no ante la Iglesia católica de su época. Ese tribunal católico condenó a muerte para Juana de Arco, pero al confesarse y expresar su arrepentimiento por sus errores, el veredicto emitido en esa ocasión fue cambiado, conmutándole la pena a cadena perpetua.

Empeñada en su terquedad, al volver a la prisión de nuevo decidió vestirse con sus atuendos masculinos, por lo que nuevamente debió ser condenada, en esta ocasión, por medio de un tribunal secular.

<strong>SABÍA USTED QUE...</strong>

  • Algunos investigadores han llegado a afirmar que Juana de Arco sufría de diversos tipos de trastornos, como epilepsia y esquizofrenia, las cuales podrían haber sido las causantes de sus diferentes alucinaciones.
  • Veinticinco años después haber transcurrido su muerte, la Iglesia católica desempolvó su caso y decidió declararla inocente.
  • La ceremonia de su Canonización, realizada en el año 1920 por el l Papa Benedicto XV en la Basílica de San Pedro, atrajo más de 60.000 personas. Su fiesta se celebra el 30 de mayo de cada año, día de su triste ejecución.
  • En el año 1420, la reina francesa, Isabel de Baviera, firmó el Tratado de Troyes, con el cual le concedió la sucesión del trono a Enrique V y sus herederos, obviando a su hijo Carlos, lo que revivió las sospechas de que era el engendro ilegítimo del romance de Isabel con el ya difunto duque de Orleans.
  • Como cosa del destino, Enrique V y Carlos VI murieron con tan solo dos meses de diferencia en el año 1422, pero dejaron a un niño, Enrique VI de Inglaterra, quien a la postre sería el monarca nominal de ambos reinados. Mientras que su hermano, Juan de Lancaster, siendo el primer duque de Bedford, se convirtió en su regente.

Muerte de Juana de Arco

Muerte de Juana de Arco
En el año 1456 un tribunal inquisitorial facultado por el papa Calixto III revisó de nuevo su juicio, anulando todos los cargos en su contra y declarándola inocente, nombrándola a su vez como mártir.

Para el 30 de mayo del año 1431, sin ninguna apelación de por medio, fue arrastrada hasta la plaza del Mercado Viejo de Ruán por relapsa (es decir, herética reincidente) y quemada en la hoguera, como acostumbraban a hacerlo las autoridades inquisidoras de la iglesia católica en ese tiempo.

Juana de Arco gritó varias veces invocando a "Jesús". Luego de pasadas cuatro horas y mucho antes de que su cuerpo fuese reducido a cenizas, muchos observaron que sus entrañas y su corazón no se habían quemado, lo que llevó al cardenal inglés de Winchester a ordenar que esos residuos fuesen arrojados al río.

En el año 1456 un tribunal inquisitorial facultado por el papa Calixto III revisó de nuevo su juicio, anulando todos los cargos en su contra y declarándola inocente, nombrándola a su vez como mártir y en el siglo XVI fue convertida en emblema de la Liga Católica, siendo declarada en el año 1803 como símbolo nacional de Francia, decisión tomada por Napoleón Bonaparte.

NOTA

Su Beatificación se llevó a cabo el 18 de abril del año 1909 en la Catedral de Notre Dame por la intermediación de Pío X, mientras que su Canonización se cumplió el 16 de mayo del año 1920 en la Basílica de San Pedro, gracias al Papa Benedicto XV, siendo uno de los nueve santos patronos secundarios de Francia y sigue siendo una aclamada figura popular y cultural desde el día de su muerte, gracias a que diferentes y reconocidos escritores, artistas y compositores se han inspirado en sus hazañas e ideas.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Subir