Biografía de Manuela Espejo: feminista ecuatoriana
Ahora conoceremos la biografía de Manuela Espejo, una de las mujeres más importantes para la historia de Ecuador. Fue una dedicada enfermera, apasionada periodista, revolucionaria y feminista. Su hermano, Eugenio Espejo, fue la persona con la cual tenía afinidad por las ideas revolucionarias.
Se le atribuye ser una de las primeras mujeres feministas y hasta se dice que es una de las pensadoras más importantes del continente americano. A pesar de vivir en una sociedad machista, nunca se sintió limitada y alzó su voz.
Resumen de la biografía de Manuela Espejo
Primeros Años
La biografía de Manuela Espejo comienza cuando nace en el año de 1753, un 20 de diciembre, bajo el nombre de Manuela de la Santa Cruz y Espejo, sin que nadie sospechara que sería una prócer de la independencia del país de Ecuador. Crece en Quito, capital de Ecuador, con su padre Luiz Chuzig (un hombre cuyos orígenes son indios) y de madre María Catalina Aldás (esta hija de una esclava que había sido puesta en libertad).
Creció de forma precaria y humilde, rodeada de sus hermanos. A pesar de las dificultades y trabas que ponían a las mujeres en aquella época para que fueran a la escuela o pudieran optar por estudios, la madre de Manuela hacía que sus hermanos le enseñaran a su hermana lo que aprendían cuando iban a clases. Esto fue muy importante en la biografía de Manuela, estas pequeñas clases impartidas por sus hermanos fueron una fuente de conocimiento necesaria para que pudiese abrir su mente.
Vocación por la Ciencia
No solo ella destacaría en su familia, pues su hermano, Eugenio de la Santa Cruz y Espejo, que como ella, sería uno de los pilares fundamentales de Ecuador en la búsqueda de su independencia. Este le enseñó a apreciar aún más la medicina y la ciencia. Ya que su hermano era un gran médico, ella se convierte en enfermera y cuando él hacía iba la casa de sus pacientes, ella lo acompañaba.
Logró convertirse en una de las mujeres de Ecuador más ilustradas en ciencias. Esto se logró gracias a que el científico Lorenzo Heinster, le regaló una colección de 26 libros que contenían una vesta y extensa información sobre temas médicos. Se dice que pasaba largas horas en la biblioteca de su vivienda leyendo.
Matrimonio con José María Lequerica
En contra de lo acostumbrado en la época, se casa bastante mayor en comparación a las jóvenes que en adolescencia buscan marido. Contrae nupcias a la edad de 44 años con el jurisconsulto José Mejía Lequerica, este tenía menos de la mitad de su edad, pues solo tenía 21 años cuando se casan. La sede sería la iglesia El Sagrario y sus padrinos fueron Juan de Dios Morales y María Oleas.
Este particular matrimonio se celebró porque ambos compartían dos grandes pasiones a pesar de la diferencia de edad: los temas científicos y el pensamiento ilustrado.
Sin embargo, el amor no duró mucho. Cuando Mejía debe trasladarse a las Cortes de Cádiz en función de diputado, no vuelve a responder por su esposa ni a buscarla, comenzando una relación con una joven de origen andaluz, llamada Gertrudis Sanalova y Benito. Incluso esta fue su quien obtuvo toda herencia al Mejía morir.
Gracias al abandono, vemos en la biografía de Manuela Espejo que pasa a vivir con la familia de su padrino de bodas, Juan de Dios Morales, que también sería una figura clave en el movimiento de Independencia. Y esto ayudó a Manuela a encontrar su camino.
Precursora de la Enfermería
A pesar de las pocas oportunidades de estudios para las mujeres, logra graduarse como enfermera en la Universidad de Quito, y a partir de entonces empieza a ser la enfermera frecuente de su hermano cuando este realizaba sus visitas médicas.
En el año de 1785, Quito y varias provincias fueron terriblemente azotadas por la fiebre amarilla, y Manuela fue una de las personas que más aportó soluciones para el tratamiento de dicha enfermedad. Esto le convalidó el título de precursora de la enfermería en Ecuador. También se le admiró mucho por la gran calidad humana, pasión, entrega y bondad a la hora de tratar a los enfermos.
Faceta de Periodista
Colaboró en numerosas oportunidades en el diario llamado "Primicias de la Cultura de Quito", sin embargo, tuvo que esconder su verdadera identidad y nombre bajo el seudónimo de "Erophilia". Todo esto, eran medidas de protección ya que no se permitía a las mujeres realizar publicaciones y mucho menos de índole periodística.
Gracias a este espacio, Manuela encontró una forma de defender a sus hermanos, quienes eran fuertemente perseguidos por el gobierno español. También logró publicar manifiestos y tratados donde mostraba de forma abierta su punto sobre la lucha de la mujer en búsqueda de un trato igualitario y justo. Así mismo, habló por las personas que menos tenían voz: los pobres.
Esto también le ha ganado la connotación de ser la primera mujer periodista en la historia de Ecuador, también precursora de los movimientos sociales y feministas del país.
Activismo Político
También se destaca en la biografía de Manuela Espejo que fue un activo miembro del círculo independentista del que también formaban parte sus hermanos, Eugenio y Juan Pablo. Al ser una mujer discreta y menuda, su figura ayudó mucho a investigar a los conspiradores contra ellos.
Siempre mostró aplomo y valentía a la hora de defender a su familia cuando fueron perseguidos. Pagó abogados, e incluso estuvo con ellos cuando fueron encarcelados. Sin ella, la labor de sus hermanos estaría completamente frustrada.
Independencia Lograda
La biografía de Manuela Espejo estuvo marcada por dificultades, sin embargo, ella logró ver el fruto de sus esfuerzos cuando en 1829, y ella ya en sus años dorados, a la edad madura de 76 años, logró ver a su país libre del yugo del imperio español. Su gran y reconocida labor, fue aclamada por todas las personas del país y se volvió tanto una figura importante para independencia como para la historia de Ecuador en distintos ámbitos.
Infravaloración
Muchas veces se reconoce a Manuela por detrás de la figura de su hermano Eugenio. No se le ha dado el suficiente mérito por todas las cosas que logró en una época que era totalmente machista y restrictiva para las mujeres.
En su labor periodística no solo escribió a favor de sus hermanos y de los ideales de independencia, si no que exalta de forma sublime el valor de Quito, sobre todo en el ámbito cultural, donde daba a destacar a una gran variedad de periodistas, escritores, artistas, entre otros. Además de que manifestó sus propias apreciaciones sobre el sistema político español presente en toda América Latina.
Hasta el final se reconoce que fue una mujer que ha defendido sus ideales de forma valiente e inteligente. Fue la primera periodista mujer de Quito en su historia, y también luchó por exigir una mayor parte en la actuación de la mujer con respecto a la educación en todos sus niveles, en la cultura y en la política. El gran talento para la argumentación que ella tenía aportó mucho para que avanzaran las ideas liberales de Ecuador.
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