Biografía de Violeta Parra
La Biografía de Violeta Parra (1917/10/04 - 1967/02/05) nos acerca a una compositora y cantante chilena y una de las más reconocidas, por sus hermosas canciones, como “Volver a los diecisiete”, “Gracias a la vida”, “La jardinera”, enmarcadas en los géneros del folclore y la canción protesta...
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Resumen de la Biografía de Violeta Parra: Una Chilena Inmortal
- Sus Orígenes y Nacimiento
- Sus Estudios y Formación Musical
- Matrimonios e Hijos
- Sus Maravillosas Canciones
- Su Experiencia en la Unión Soviética y Europa
- Sus Vivencias en Francia
- Los Tapices de Violeta Parra y su Libro de Poesía
- Violeta Parra y su tema Inmortal "Gracias a la Vida…"
- Sus Textos de Protestas y Combativos
- Su Fatídica Muerte
Resumen de la Biografía de Violeta Parra: Una Chilena Inmortal
Sus Orígenes y Nacimiento
Se cuenta, según las biografías revisadas, que esta inolvidable artista chilena, realmente registrada como Violeta del Carmen Parra Sandoval, vino a este mundo, ya armada con dos reveladores dientes, el 4 de octubre del año 1917 en la localidad de San Carlos, perteneciente a la provincia de Ñuble y ubicada al sur de Chile.
Fue procreada por Nicanor Parra Alarcón, un conocido profesor de música, y Clarisa Sandoval Navarrete, una campesina de quien Violeta siempre recordaba su afición por las canciones del folklore campechano. Su infancia la vivió en el campo y su padre, Nicanor Parra, enseñó a cantar a todos sus hijos e hijas. Tuvo además ocho hermanos, más otros dos medios hermanos, hijos de su progenitora. Varios de ellos han sido reconocidos poetas y cantantes, así como sus hijos y sus nietos
Estuvo casada anteriormente con su primo, de cuyo matrimonio nacieron sus dos hijas: Marta y Olga. Al quedar viuda, de nuevo se casó, pero esta vez con Nicanor Parra, el progenitor de Violeta.
Con las serenatas nocturnas y matutinas que eran presididas por su padre, Violeta Parra se apasionó con al canto, haciendo de él la razón de ser de su vida. No obstante, la madre se opuso a esa dedicación ya que desplazaba sus estudios.
Sus Estudios y Formación Musical
De acuerdo con la Biografía de Violeta Parra, que ha sido redactada por los especialistas Víctor Moreno, María E. Ramírez, Cristian de la Oliva, Estrella Moreno y otros (2022) y que ha sido reseñada en la website: buscabiografias.com, hizo sus estudios de educación primaria y cursó dos años en la Escuela Normal de Santiago de Chile.
Pero a la edad de nueve años inició sus estudios de guitarra y canto; ya a los doce años de edad compuso sus canciones iniciales. También llego a laborar en circos, bares, quintas de recreo, cantando sus composiciones en pequeñas salas de barrio.
Matrimonios e Hijos
Para el año 1938 contrajo nupcias con Luis Cereceda, con quien procreó a sus hijos Isabel y Ángel, con quienes realizó gran parte de su labor musical. Sin embargos, se separaron en el año 1948.
Al año siguiente, vino a este mundo su hija Carmen Luisa Arce Parra y contrajo matrimonio con Luis Arce Leyton, el padre de la niña, quien para esa época se distinguía como tenor de ópera. Y para el año 1952, nació su otra hija, Rosa Clara, quien falleció dos años después.
Sus Maravillosas Canciones
Para el año 1947 conformó en compañía de su hermana Hilda, el dúo musical folclórico “Las Hermanas Parra”. Lograron editar sus primeros discos, gracias al sello RCA Víctor, que incluía canciones en formato single de temas populares chilenos, como “La viudita”, “El Caleuche” y “La cueca del payaso”. Este dúo logró trabajar unido hasta el año 1952.
Desde el año de 1952, y animada por su hermano Nicanor, decidió recorrer las zonas rurales grabando canciones del folklore y haciendo sus recopilaciones sobre la música de diversos pueblos.
En este proceso de investigación fue cuando descubrió la magia de la poesía y el valor del canto popular de los más diversos lugares chilenos transformándose en una artista recuperadora de la cultura popular chilena. De allí que haya sido la autora de canciones, décimas, así como de música instrumental. También se destacó como pintora, escultora, bordadora, incluso ceramista.
Su Experiencia en la Unión Soviética y Europa
Durante el año 1954 viajó a la Unión Soviética y Europa, donde permaneció alrededor de dos años en Francia, llegando a grabar sus primeras producciones discográficas con temas folklóricos y originales. Por esta razón conoció a importantes artistas e intelectuales en Europa. En la ciudad de Santiago realizó su exposición donde presentó al aire libre sus óleos en la Feria de las Artes Plásticas.
Asimismo, logró publicar “Canto y guitarra” (1957), “Acompañada de guitarra” (1958), “La tonada” (1959), “La cueca” (1959), “Toda Violeta Parra” (1961) y “Violeta Parra en Argentina” (1962).
En el año 1961 llevó a cabo con sus hijos una gira, siendo invitada también al Festival de la Juventudes en Finlandia. Además, se trasladaron a la URSS, Alemania, Italia y Francia.
Sus Vivencias en Francia
En este último país, permaneció con sus hijos en la ciudad de París por tres años. Por otra parte, llegaron a actuar en boítes del barrio latino, así como en programas radiales y televisivos.
También realizó diversos recitales, como el que hizo en la UNESCO, en el Teatro de las Naciones Unidas; incluso conciertos en Ginebra y reconocidas exposiciones de sus obras plásticas.
Los Tapices de Violeta Parra y su Libro de Poesía
Como ya se expuso, lanzó al mundo de la música a sus hijos Isabel y Ángel Parra con el disco “Au Chili avec los Parra de Chillán” (1963). También grabó “Recordando a Chile (una chilena en París)” (1964-1965). Se le considera la primera latinoamericana en exponer de forma individual en el Museo de Artes Decorativas, ubicado en el Palacio del Louvre, a través de una muestra que fue titulada “Tapices de Violeta Parra”.
Es la autora del libro “Poesía popular de Los Andes”. Lo que hay que destacar en su biografía es que conoció al antropólogo y musicólogo suizo Gilbert Favre, receptor de sus composiciones de amor y desamor: “Qué he sacado con quererte”, “Corazón maldito”, “El gavilán, gavilán”, entre otras siempre recordadas.
Violeta Parra y su tema Inmortal "Gracias a la Vida…"
Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me dio dos luceros que, cuando los abro,
perfecto distingo lo negro del blanco,
y en el alto cielo su fondo estrellado
y en las multitudes el hombre que yo amo.
Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado el oído que, en todo su ancho,
graba noche y día grillos y canarios;
martillos, turbinas, ladridos, chubascos,
y la voz tan tierna de mi bien amado.
Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado el sonido y el abecedario,
con él las palabras que pienso y declaro:
madre, amigo, hermano, y luz alumbrando
la ruta del alma del que estoy amando.
Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado la marcha de mis pies cansados;
con ellos anduve ciudades y charcos,
playas y desiertos, montañas y llanos,
y la casa tuya, tu calle y tu patio.
Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me dio el corazón que agita su marco
cuando miro el fruto del cerebro humano;
cuando miro el bueno tan lejos del malo,
cuando miro el fondo de tus ojos claros.
Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado la risa y me ha dado el llanto.
Así yo distingo dicha de quebranto,
los dos materiales que forman mi canto,
y el canto de ustedes que es el mismo canto
y el canto de todos, que es mi propio canto.
Gracias a la vida que me ha dado tanto.
(1964-1965)
Sus Textos de Protestas y Combativos
Por esa época (1960), emergieron sus letras más combativas: “Qué dirá el Santo Padre”, “Miren cómo sonríen”, “Según el favor del viento” y “Arauco tiene una pena”, que constituirían el fundamento de la tendencia musical, llamada la Nueva Canción Chilena.
En Chile llegó a cantar con sus hijos en la “Peña de Los Parras”, ubicada en la calle Carmen 340 en Santiago de Chile. Igualmente formó parte de la inauguración del Centro de Arte en una carpa; por otra parte asumió el reto de grabar música instrumental. Se trasladó a Bolivia en el año 1966, y de igual forma ofreció conciertos en diferentes regiones del sur de Chile.
Su Fatídica Muerte
Estando en Santiago de Chile, ell 5 de febrero del año 1967, tomó una fatídica decisión, ya que deprimida y sola, decidió encerrarse en su carpa y al caer el sol a eso de las seis de la tarde, se disparó un tiro en la sien. Para ese momento, contaba con cuarenta y nueve años de edad. Al siguiente, día más de diez mil chilenos que la amaban desfilaron ante su su entierro llorando y cantando fuertemente su canción “Gracias a la Vida…”.
Luego de su muerte, fue creado un museo, cuyo interés era albergar en él las diversas expresiones artísticas chilenas, como lo hizo el municipio de Santiago cuando le rindió tributo como una de las más grandes restauradoras del folclore latinoamericano. Aunque tuvo tormentosos amores, Violeta Parra logró promover sus hermosos poemas, además transformó con sus manos la arcilla en esculturas y llevó sus tapices al Museo de Louvre en la ciudad de París.
Está considerada como una de las artistas más importantes e influyentes de América Latina. Su afamada composición “Gracias a la vida”, incluso “Casamiento de negros”, han sido cantadas y traducidas a todos los idiomas.
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