Biografía de Hernán Cortés: Su Vida y su Trayectoria
La Biografía de Hernán Cortés, nos revela que en pocas ocasiones, los registros históricos han atribuido al arrojo y la determinación de un solo ser humano la conquista de un inmenso territorio; en esta lista se encuentra este español, quien siempre prefirió quemar sus naves antes que retroceder.
Con pocos medios, sin más apoyo que su acuciosa inteligencia y su olfato militar y diplomático, Hernán Cortés logró en sólo dos años someter al dominio español el resplandeciente Imperio azteca, poblado, según aproximaciones, por unos quince millones de individuos.
Resumen de la biografía de Hernán Cortés
Hernán Cortés Monroy Pizarro Altamirano, que fue su verdadero nombre, fue el conquistador español de México. Vino a este mundo en Medellín, Badajoz en el año de 1485, gracias a la unión de Martín Cortés, hidalgo extremeño, y de Catalina Pizarro.
Según la Biografía de Hernán Cortés, se sabe que tuvo como cónyuges a Catalina Suárez Marcaida y a Juana Ramírez de Arellano y Zúñiga, con quienes procreó varios hijos: Catalina Pizarro, Martín Cortés Malintzin, Leonor Cortés y Moctezuma, Luis Cortés y Ramírez de Arellano, Catalina Cortés de Zúñiga, Martín Cortés y Ramírez de Arellano, María Cortés de Zúñiga y Juana Cortés de Zúñiga
Si bien es cierto, que diversos eventos favorables lo acompañaron, y que, la ambición y la sed de honores y riquezas, lo llevaron a cometer infinidades de abusos y crímenes, al igual que otros conquistadores, también es cierto que de todos ellos, fue el capitán más culto y más capacitado.
Aunque eso no sirva de paliativo, si lo impulsó un gran entusiasmo religioso; al extremos de que su conciencia moral le planteó si era lícito poner en esclavitud a los indios, una insólita incertidumbre en los albores del proceso colonizador que siguió al descubrimiento de América.
Familia y Estudios
Oriundo de una familia de hidalgos dela localidad de Extremadura, A los catorce años fue enviado a estudiar leyes en la Universidad de Salamanca, pero se vio obligado a dejar los estudios y la ciudad dos años después.
En el año 1504 se trasladó a las Indias, recién llegado Cristóbal Colón, y se desempeñó como escribano y terrateniente en la Isla La Española (Santo Domingo). En el año 1511 se embarcó en la expedición a Cuba, ocupando el cargo como secretario del gobernador Diego Velázquez de Cuéllar, con quien se emparentó al contraer matrimonio con su cuñada.
Velázquez entonces lo nombró alcalde de la nueva ciudad de Santiago. En el año 1518 se le encargó al mando de una expedición a Yucatán; pero, el gobernador desconfiaba de Cortés y ya había sido encarcelado en una oportunidad acusado de conspiración, por lo que decidió suprimirle el encargo encomendado antes de partir.
La expedición de Hernán Cortés
Advertido antes Cortés, apresuró su marcha y se lanzó a la mar en el año 1519, mucho antes de recibir la notificación. Fueron once barcos con unos seiscientos hombres a bordo, más dieciséis caballos y catorce piezas de artillería, con los que Cortés navegó desde Santiago de Cuba a Cozumel y Tabasco; logrando derrotar a los mayas que allí estaban establecidos.
Fue en ese momento cuando recibió (entre otros regalos) a la india doña Marina, también llamada Malinche, quien le serviría como amante, consejera e intérprete durante toda la campaña.
Pero Cortés, desobedeciendo las órdenes expresas del gobernador Velázquez, decidió la fundación la ciudad de Veracruz, llamada entonces Villa Rica de la Vera Cruz, ubicada en la costa del golfo de México.
La Conquista del Imperio Azteca
Allí Hernán Cortés se enteró de la existencia del Imperio azteca en el interior, cuya capital, según le informaron, ostentaba inmensos tesoros, por lo que se decidió a conquistar esos territorios. Luego de saquear Cholula, Cortés arribó a la capital azteca, Tenochtitlán, donde fue recibido en santa paz por el emperador Moctezuma II, quien se declaró vasallo del rey de Castilla.
La permisible identificación de los españoles con seres divinos y de Cortés con el anunciado regreso del dios Quetzalcoátl benefició tal vez esta acogida a unos extranjeros que comenzaron de inmediato a comportarse como invasores insaciables y violentos.
Las Sanciones para Cortés
Para sancionar la rebeldía de Cortés y obligarlo a regresar a Cuba, el gobernador Velázquez le envió contra él una expedición al mando de Pánfilo de Narváez.
Cortés tuvo que dejar la ciudad a su lugarteniente, Pedro de Alvarado, para hacerle frente a las tropas de Narváez, las cuales fueron derrotadas en Cempoala en el año 1520, logrando además la unidad con la mayor parte del contingente.
De regresó a Tenochtitlán, Cortés debió enfrentar una gran agitación indígena contra los españoles, que fue provocada por los ataques realizados a sus creencias y símbolos religiosos y por las muertes desencadenadas por Pedro de Alvarado en su afán por destruir una supuesta conspiración.
La Muerte de Moctezuma II
Cortés entonces tomó como prisionero a Moctezuma II e intentó que éste mediara para poder calmar a su pueblo, sin lograr otra cosa que la muerte del emperador. Hernán Cortés se vio obligado a abandonar Tenochtitlán en lo que fue llamado «Noche Triste» (30 de junio de 1520), y en la que su pequeño ejército fue diezmado.
Refugiándose en Tlaxcala, continuó luchando contra los aztecas, que ahora estaban bajo el mando del emperador Cuauhtémoc, a los que fueron vencidos en la batalla de Otumba. Finalmente, cercó y capturó a Tenochtitlán (1521). Luego de ser destruida la capital azteca, construyó en el mismo sitio (una isla en el centro de un lago) la ciudad española de México.
Gobernador de Nueva España
Teniendo el dominio del antiguo Imperio azteca, Cortés emprendió expediciones hacia la zona sur, buscando la anexión de los territorios de Yucatán, Honduras y Guatemala.
Todos los detalles de la conquista de México, así como los testimonios que justificaban las decisiones de Hernán Cortés, fueron explicados en las cuatro Cartas de relación que fueron enviadas al rey. Por ello, en el año 1522 fue nombrado gobernador y capitán general de Nueva España, nombre con el que fue bautizada por los conquistadores al territorio mexicano.
Destitución de Hernán Cortés
No obstante, la Corona española (ahora en manos de Carlos V) llevó a la práctica unas políticas de recorte de los poderes de los conquistadores, con el fin de controlar más directamente las Indias. Fue así como funcionarios leales a la Corona se aparecieron en México, enviados para compartir la autoridad de Hernán Cortés, hasta que en el año 1528, fue destituido y trasladado a la Península.
Pero en España salió absuelto de todas las acusaciones e incluso, cosas extremistas, fue nombrado marqués del Valle de Oaxaca, conservando el cargo honorable de capitán general, aunque sin funciones gubernativas. Al regresar de nuevo a México en el año 1530, organizó algunas expediciones para la ocupación de nuevos territorios, como la Baja California (1533 y 1539), que fueron anexadas a México.
Hernan Cortés y el Descubrimiento de California
Otra Biografía de Hernán Cortés, perteneciente a Víctor Moreno, María E. Ramírez, Cristian de la Oliva, Estrella Moreno y otros (2004), nos dice que hallándose en Tezcoco, su madre Catalina Pizarro, que había venido a buscarle, terminó allí sus días.
Al año siguiente, se instaló una segunda Audiencia con Sebastián Ramírez de Fuenleal como presidente de esta. En base en las capitulaciones que había celebrado durante su estadía en España, emprendió en el año 1532 diversas expediciones hacia el mar del Sur (Océano Pacífico).
A mitad de ese año despachó dos naves que fueron comandadas por Diego Hurtado de Mendoza, sin lograr resultado alguno, dirigiendo personalmente la construcción de otras naves en el astillero que allí tiene establecido en Tehuantepec.
El año siguiente salen a la mar otras dos embarcaciones desde el puerto de Santiago en Colima. Una al mando Juan de Grijalva, descubre las islas Revillagigedo.
La otra, capitaneada por Diego Becerra, tras un motín producido a bordo, logró llegar al extremo sur de Baja California, donde la mayor parte de quienes iban a bordo murieron en un enfrentamiento con los indígenas. No conforme, emprendió en el año 1535 una tercera expedición marchando personalmente al frente.
Al llegar, fundó un pequeño asentamiento en la bahía de la Paz, que llamó Santa Cruz. Un año después regresó a México sin haber alcanzado mayor cosa en lo que después se llamó California.
Otras Acciones Pro Conquistas
Sus incansables intenciones, lo conminaron a enviar luego dos naves al Perú para ayudar a Francisco Pizarro que estaba sitiado en Lima. En el año 1537 inició una ruta de comercialización marítima, desde Huatulco hasta Panamá y Perú.
En el año 1539 echó hacia la mar del sur su cuarta expedición, capitaneada por Francisco de Ulloa quien logró penetrar hasta la desembocadura del río Colorado y, al regresar hasta el extremo sur de la península, fue remontando por el Pacífico hasta más allá de la isla de Cedros.
La Biografía de Hernán Cortés, escrita por Ruiza, M., Fernández, T. y Tamaro, E. (2004), en Biografías y Vidas de la enciclopedia biográfica en línea de Barcelona (España) nos dice que al regresar nuevamente a España intentó obtener dádivas de la Corona por los servicios que había prestado, al participar en una expedición contra Argel en el año 1541.
No obstante, sus diversas reclamaciones jamás obtuvieron una respuesta plena y satisfactoria; y mientras aguardaba respuesta, se trasladó a un pueblo cercano a Sevilla, donde reunió una peña literaria y humanística, pasando sus últimos seis años de su vida.
Luego de su primera conquista en el Golfo de México, fue informado de la existencia de un gran imperio que guardaba asombrosas riquezas y ante la tentación de muchos de sus hombres por regresar, decidió incendiar sus barcos. De ahí viene la frase que tanto utilizamos “quemar las naves”.
Cargos Desempeñados
- Marqués del Valle de Oaxaca (1529-1547)
- Gobernador Pre-Virreinal de Nueva España (1521-1524)
- Gobernador Pre-Virreinal de Nueva España (1526)
Muerte de Hernán Cortes
Estando en España, entre otras cosas, se dirigió con sus memorias a Carlos V quejándose de los ultrajes que en su opinión, había recibido del primer virrey de la Nueva España, Antonio de Mendoza.
Aún con intención de regresar a México, llegó a Castilleja de la Cuesta, cerca de Sevilla. Allí, pocos días antes había dictado su testamento y falleció el 2 de diciembre de 1547 a la edad de 62 años.
Se sabe, que el primer entierro de Hernán Cortés fue en la iglesia de San Isidoro del Campo en Sevilla. Años después, sus restos fueron llevados a la Nueva España y sepultados en la iglesia adjunta al convento de San Francisco en Tezcoco.
Luego pasaron a la Capilla Mayor del convento de San Francisco en la ciudad de México. Su último reposo lo alcanzó en la iglesia de Jesús Nazareno, aledaña al Hospital de Jesús fundado por él mismo. Actualmente sus restos se conservan en una caja colocada en un sepulcro en el muro del costado del Evangelio.
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