Biografía de Hugo Lindo
La Biografía de Hugo Lindo nos revela a un escritor famoso que se dio a la tarea de componer grandes epitafios, novelas y cuentos que poco a poco lo convirtieron en un revolucionario del mundo de la literatura.
El salvadoreño Hugo Lindo (1917-1985) ha sido considerado como uno de los personajes más ilustres de la historia contemporánea de El Salvador.
Sus varios años al servicio diplomático lo convirtieron, no sólo en un destacado embajador y un hombre dedicado a la política, sino también en un poeta y narrador cuyo legado literario tiene un gran significativo para este país centroamericano.
Resumen de la biografía de Hugo Lindo
Vino al mundo en la Unión el 13 de octubre del año 1917, gracias a la unión matrimonial de sus padres, quienes se desempeñaban como maestros, pertenecían a la clase media salvadoreña, por lo que su niñez fue modesta y tranquila.
No obstante, este respetado escritor salvadoreño recibió una formación más que superior durante toda su existencia; sus padres anhelaban con pasión que su hijo fuese un hombre con un futuro brillante y floreciente.
Ha sido galardonado en diferentes concursos nacionales e internacionales y su obra literaria es considerada una de los mayores aportes a las letras centroamericanas del siglo XX.
Edad temprana de Hugo Lindo
Estudió en los mejores colegios privados de La Unión (El Salvador), y se forjó un intelecto muy superior al de varios de sus compañeros de clase.
Por tener como padres a dos educadores, generalmente estuvo rodeado en su casa de libros interesantes, los que comenzó a leer desde niño, interesándose por los textos políticos, literarios, históricos y metafísicos.
Inclinado desde una edad temprana a las humanidades, pero al llegar a la mayoría de edad, decidió ingresar a la universidad y estudiar la carrera de jurisprudencia y ciencias sociales que se impartían en la Universidad de El Salvador.
Además de ser un estudiante universitario destacado, en su tiempo libre se apasionaba con la poesía. Comenzó a participar en diferentes concursos de declamación y escritura en la universidad, donde, de nuevo dejó a muchos asombrados por su potencial como hombre de la literatura.
Allí, logro obtener su título para graduarse con un doctorado en el año 1948, con una tesis que centrada en el divorcio en El Salvador, la cual fue premiada con una medalla de oro por las autoridades académicas en su país natal.
Sus Obras y sus Aportes
Una vez obtenido su grado académico en la Universidad, este salvadoreño dio rienda suelta a sus intereses políticos y se dedicó a sus labores como diplomático, área donde siempre se sintió atraído y hasta con cierta pasión.
Su primer acercamiento a estas actividades diplomáticas la tuvo en el año 1947 —un año antes de lograr su título de doctor en la universidad—cuando fue de vista a Corea, como miembro del cuerpo diplomático en representación de El Salvador.
Ya para el año 1952, específicamente en el gobierno de Oscar Osorio, Lindo fue designado embajador en Chile, país donde pudo permanecer hasta el año 1959, lo que le permitió ampliar sus conocimientos culturales y políticos.
Para los años siguientes, siguió desarrollando su carrera diplomática al ser designado como embajador de varios países en Colombia y España.
De igual manera, en el año 1961 fue nombrado ministro de educación de El Salvador durante el gobierno transitorio de Julio Adalberto Rivera.
Pero este cargo que tuvo que abandonarlo para cumplir como Director de la Oficina de Asuntos Culturales de la Organización de Estados Centroamericanos.
Obras literarias sobresalientes
Siendo escritor, Hugo Lindo desarrolló una trayectoria muy destacada, tanto en el cultivo de la prosa como en sus diversas incursiones en el género de la poesía.
Entre sus títulos de poesía, es obligatorio hacer mención en primer lugar a aquellos que obtuvo en algún premio de literatura, prestigioso o acreditado como:
- “Un libro de horas” (1948), que recibió el primer premio de la exposición permanente “15 de septiembre” convocada en Guatemala en el año 1947
- “Sailing River” (1963), premiado con el primer lugar de los juegos florales de Quezaltenango (Guatemala), en su edición del año 1962.
- “Solo voz” (1968), un año antes de llegar a la imprenta para su publicación, ya había sido premiada con el segundo premio del concurso nacional de la Cultura realizado en San Salvador.
Otras Obras literarias…
A los tres títulos antes nombrados, necesariamente deberían agregarse los de otros poemas como:
- Sinfonía del límite (1953)
- Trece segundos (Montevideo, 1959)
- Poesía variada (1961)
- Formas de lluvia (Madrid, 1968)
- Resonancia de Vivaldi (1976)
- Palabra fácil (1985)
- Aquí mi tierra (1989)
Pero esta lista estaría incompleta sin hacer una mención obligatoria de “La arrogancia”, un largo poema de carácter autobiográfico que, aunque se quedó inacabado por su muerte, fue editado, publicado y lanzado póstumamente al mercado en el año 1993.
Hugo Lindo desde joven mostró sus rasgos de poeta: sensibilidad, contemplación, y perspicacia social, característica que lo definen como un escritor ameno y con un perfil que profundizaba entre lo ordinario y lo extraordinario.
Su primer poemario “Poema eucarístico y otros”, considerado como un clásico de la literatura salvadoreña, se publicó en el año 1943 cuando éste aún era un estudiante de ciencias sociales.
Con esta obra, Hugo Lindo llegó a explorar los símbolos religiosos mediante un conjunto de sentidos y extensos poemas.
Obras publicadas y Legado
En el año 1960, después de publicaciones como “Prisma el Sol”, “Católica biografía del dolor” y “Sinfonía del límite”, Hugo Lindo hizo un drástico cambio y se inició en el género de la novela con la edición de ¡Justicia Señor gobernador!, obra con una dura crítica contra la historia política de El Salvador.
Este libro, aun hoy, se tiene, a pesar de algunos detractores, como una lectura imprescindible dentro de la copiosa literatura de El Salvador. Durante varios años se mantuvo Hugo Lindo con éxito en el género narrativo.
Con novelas como “Cada día tiene su afán”, “Solo la voz, Manera de llover” y “Yo soy”, Lindo se encumbró en su país como uno de los más importantes narradores contemporáneos.
Reconocimientos y Premios
Otra parte que debemos estudiar y concretar en la Biografía de Hugo Lindo son los reconocimientos y premios que llegó a obtener.
En aquellos momentos de escritor de La Unión, fue acreedor de un merecido reconocimiento en el año 1964, cuando su novela “Todos los días es un esfuerzo” (que salió al siguiente año) fue laureada con el segundo premio del mencionado Concurso Nacional de Cultura, celebrado en San El Salvador.
Además de este trabajo narrativo, Hugo Lindo también imprimió una colección de cuentos que aparecieron, bajo el título de:
- “Guaro y Champagne (1947)”; un evento grupal que fue expuesto bajo el título de “Antología del cuento moderno estadounidense” (que fue editado en dos volúmenes, entre los años 1949 y 1950, respectivamente)
- “El gancho de Dios” (Santiago de Chile, 1956); Una novela de su nueva colección de historias, publicada bajo el título aquí (Bogotá, 1959)
- Otra novela, titulada “¡Justicia, gobernador!” (1960).
- “Espejos paralelos” (San José de Costa Rica, 1974). Un último volumen de cuentos.
Últimos premios de Hugo Lindo
Otra parte destacada de la Biografía de Hugo Lindo remarca que con esta producción narrativa y poética detrás de él, este autor se estaba convirtiendo con el paso del tiempo en uno de los personajes centrales de la escena literaria salvadoreña. Por lo tanto, su presencia era inexcusable en las más importantes organizaciones culturales de todo el campo lingüístico estadounidense.
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Por ello, es elegido miembro de la Academia Salvadoreña de la Lengua (donde se hallaba el cargo de Director Emérito), y miembro a su vez de las academias de España, Colombia, Chile y Honduras.
Muerte de Hugo Lindo
Este autor murió el 9 de octubre del año 1985 en la ciudad de San Salvador a la edad de 68 años, sin poder lograr la internacionalización de su literatura, tal como lo hicieron Gabriel García Márquez o Carlos Fuentes por medio del boom latinoamericano, pero le dejó a El Salvador y a las nuevas generaciones un gran legado literario de altura e imperecedero.
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