Biografía de Protágoras

Protágoras de Abderas fue un filósofo griego y el más reconocido de los sofistas, que se atrevió a abordar diversos campos de la vida humana: Lenguaje, semántica, relativismo, retórica, agnosticismo, ética... En esta Biografía de Protágoras nos adentraremos en su vida y en sus obras filosóficas, las cuales  marcaron el pensamiento de una época impregnada de guerras y desencuentros.

Por eso en esta Biografía de Protágoras conocerás la historia del primer sofista de la antigua Grecia, un hombre con una filosofía tan disruptiva como enriquecedora, quien llegó a plantear ideas afines con el conocimiento y la sabiduría que no habían sido indagadas hasta ese entonces.

📋 Aquí puedes encontrar ✍

Biografía de Protágoras

Biografía de Protágoras: Vida y Obras Filosóficas

Resumen de la biografía de Protágoras: Vida y Obras Filosóficas

Protágoras nació  en Abdera, Tracia, actual Grecia, (480 a. C. - id., 410 a. C.). Se presume, según la Biografía de Protágoras que era porteador y se ganaba la vida trasportando objetos, convirtiéndose además en el precursor de la profesionalización de la enseñanza de la retórica.

De acuerdo con la Biografía de Protágoras, fue al parecer discípulo de Demócrito en su ciudad natal. A lo largo de cuarenta años se dedicó a recorrer  gran parte de las islas del Mediterráneo, y al parecer en el 445 a.C. se trasladó a Atenas, donde alcanzó una gran reputación.

Este enigmático filósofo griego planteó ideas afines con el conocimiento y la sabiduría que no habían sido indagadas hasta ese entonces. Sus posturas sobre la percepción humana como medida de la realidad que lo rodea, resultaron sumamente polémicas y prendieron el debate entre los intelectuales de la época.

Su experiencia docente en Atenas

Su experiencia docente en Atenas

En Atenas, pasó la mayor parte de sus vivencias, llegando a ser amigo de Pericles y a medida que su popularidad como filósofo y maestro se incrementaba, se fue convirtiendo en una referencia para la clase aristocrática de su época que requerían de un profesor para educar a sus hijos.

Cuando comenzó a impartir sus clases sobre cómo interpretar  adecuadamente las leyes atenienses, el número de discípulos aumentó aún mucho más. Tal aumento se debía a que las personas en esa ciudad tenían prohibido, de acuerdo con la ley, que alguien más las defendiera de sus cargos, en caso de ser interpelado en la corte, ya que aún no existían los abogados para ese entonces.

Al tener una persona que defenderse a sí misma ante cualquier altercado legal, el hecho de tener y saber usar dicho conocimiento sobre esos temas, en esa sociedad era prácticamente una necesidad para cada persona.

Protágoras: Presocrático y Sofista

Protágoras: Presocrático y Sofista

Para nadie es un secreto que Protágoras fue un filósofo presocrático cuyas enseñanzas impactaron considerablemente en el pensamiento contemporáneo por sus posturas morales y políticas.

Éste filósofo fue el primero en llamarse a sí mismo “sofista” y en educar a la sociedad a cambio de recibir grandes cantidades dinero pagado por sus discípulos.

Se dedicó a enseñar la gramática, la retórica e interpretación de la poesía. Entre sus labores como profesional, se le encomendó la elaboración de un código penal para Turios.

Frases Celebres de Protagoras

NOTA

  • “El hombre es la medida de todas las cosas”
  • «Sobre cualquier cuestión hay dos argumentos opuestos entre sí»

Protágoras: Amigo de Pericles El General

Protágoras: Amigo de Pericles El General

Protágoras llegó a ser amigo de Pericles, quien al parecer murió ahogado durante un viaje que realizó a Sicilia, cuando escapaba de las imputaciones de impiedad de las que fue objeto en la ciudad de Atenas a la muerte de Pericles en el año 416 a.C.

Pericles, general y aristócrata ateniense, estaba hechizado por las posturas filosóficas de Protágoras, a quien invitó a debatir sobre los problemas éticos y morales que incomodaban a la sociedad. Esta reunión fue referenciada a futuro por distintos pensadores.

Protágoras había afirmado en uno de sus escritos que "Sobre los dioses no puedo saber si existen o no; hay muchas dificultades para saberlo con seguridad; el asunto es oscuro y la vida corta".

La doctrina de Protágoras ha sido interpretada con profundidad, desde Platón (quien le dedicó un diálogo, titulado “Protágoras”), como algo relativo que se expresaría en su célebre máxima de que "el hombre es la medida de todas las cosas".

No obstante, este relativismo gnoseológico no se entiende como un relativismo práctico, porque el ser y el no ser no son análogos o iguales, dado que sólo a uno de ellos le corresponde  ser mejor y más útil.

De esta manera el sabio, con las armas de su retórica discursiva, puede orientar a los seres humanos hacia lo más justo y más útil en las vicisitudes del devenir.

Protágoras afirmaba a su vez que “de los objetos conocemos no lo que son, sino lo que nos parecen (no la esencia sino su apariencia)”, al tiempo que defendía el carácter convenido de las normas morales.

Sabías que...

NOTA
El cráter ubicado en la luna Protágoras fue nombrado en su memoria.

Fundamentos de su Filosofía

Protágoras: "El hombre es la medida de todas las cosas"

El fundamento de la filosofía de Protágoras estuvo basado en la doctrina de que “nada es bueno o malo, verdadero o falso, de una forma categórica” y que cada ser humano es, por tanto, su propia autoridad última.

Esta creencia el propio Protágoras la resume en su famosa frase: "El hombre es la medida de todas las cosas, de las que son, en tanto que son, y de las que no son, en cuanto que no son".

Protágoras criticó las supersticiones y los ritos religiosos de su tiempo, pero mantuvo siempre una postura agnóstica y escéptica, no atea.

Según la página La web de la Biografía, al tocar la vida y obra de Protágoras, hace hincapié en que “La doctrina de Protágoras ha sido interpretada, desde Platón (quien le dedicó un diálogo, titulado Protágoras), como un relativismo puesto de manifiesto en su célebre máxima de que "el hombre es la medida de todas las cosas".

Protágoras acotaba que de los objetos conocemos no lo que son, sino lo que nos parecen (no la esencia sino la apariencia), al tiempo que defendía el carácter convencional de las normas morales.

"Sobre los dioses no puedo saber si existen o no; hay muchas dificultades para saberlo con seguridad; el asunto es oscuro y la vida corta".

Otras Frases Importantes de Protágoras

NOTA

  • De todas las cosas medidas es el hombre.
  • Nada es el alma al margen de las sensaciones.
  • Cuando un discípulo ha aprendido conmigo, si quiere, me entrega el dinero que yo estipulo, y si no, se presenta en un templo, y después de jurar que cree que las enseñanzas valen tanto, allí lo deposita.
  • Sobre los dioses no puedo saber ni que existen ni que no existen.
  • Porque la mayoría, por así decirlo, no se da cuenta de nada, sino que celebra las cosas que esos pregonan.
  • Si llego a vencer, es preciso que me pagues por haber vencido; si vences tú, por haber vencido tú.
  • Sobre cualquier cuestión hay dos argumentos opuestos entre sí.
  • Si yo gano, es preciso que, por haber ganado, me entregues los honorarios; si tú ganas, por haberse cumplido la condición, también deberías pagarme.

Principales obras de Protágoras

Biografía de Protágoras

Según la Biografía de Protágoras, se conoce que después del año 440 a. C., este se dedicó a inspirarse y a redactar la mayor parte de sus obras, entre las cuales destacan Antilogías y Sobre los dioses.

Aunque existen algunas referencias sobre otros escritos de Protágoras, como Sobre el Estado y Sobre las virtudes, algunos historiadores han llegado a la conclusión de que estos escritos eran sólo fragmentos de Antilogías.

Independientemente de cuál haya sido la distribución original de esos escritos, las publicaciones de Protágoras se hallan entre las más populares y leídas en la historia de la Antigua Grecia.

De las que lograron perdurar en el tiempo, aún se conservan algunos fragmentos, en dos de sus obras más reconocidas, tituladas:

  • Verdad
  • Sobre los dioses.
  • También son celebres célebres los diálogos entre Platón, Teeteto y el mismo Protágoras, quienes rebatieron sus doctrinas.

El juicio contra Protágoras

Biografía de Protágoras

Algo que muy pocos conocen de la vida de Protágoras es que a los atenienses de pocos recursos económicos de su época les incomodaba que sus enseñanzas fueran casi exclusivas para los más aristócratas.

Esa incomodidad, llevó  a estos atenienses a aliarse con los pensadores encolerizados por sus métodos de enseñanza y juntos esgrimieron críticas sobre algunos de las posturas filosóficas expuestas en “Sobre los Dioses”, quienes las tildaron como una muestra de agnosticismo.

Estas críticas fueron tomadas como evidencias para un procedimiento legal en contra de Protágoras, quien fue acusado de rebeldía y sedición alrededor del año 430 a. C. He aquí la razón:

“Respecto a los dioses, no puedo afirmar si existen o no. Distintos elementos, como la poca información de la que disponemos o nuestra corta esperanza de vida, evitan que los humanos podamos emitir un juicio verídico al respecto.”

Protágoras.

Ante esto, sus seguidores y discípulos hicieron acto de presencia ante el juicio para apoyar a su maestro. Sin embargo, el número de acusadores superaba ampliamente a quienes apoyaban a Protágoras, por lo que fue encontrado culpable.

Luego de este juicio, fue promulgada una orden para que se quemaran todos sus escritos delante del de manera pública. Aunque algunos pedazos de estos libros se depositaron en registros secretos, se estima que las llamas acabaron con casi todo su trabajo y con décadas de trabajo.

Se conoce poco de la vida de este filósofo después de que sus obras fueran destruidas. Algunos historiadores creen que, tal vez, invirtió parte de sus riquezas para no ser enviado a la guerra del Peloponeso.

Muerte de Protágoras

Luego de ser acusado de impiedad, algunos creen que se vio obligado a huir y exiliarse en otro país, pero en el transcurso de un viaje a Sicilia pereció ahogado. Otros, según los registros históricos, señalan que su muerte obedeció a una infección con la peste bubónica.

Se cree que alrededor del 420 a. C., Sus libros fueron quemados, tratando de borrar cualquier huella dejada por este sabio. Pero en la posteridad se le recuerda como el primer sofista, término que corresponde a aquellos maestros, profesores o docentes que enseñaban filosofía y retórica a jóvenes adinerados.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Subir